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Lentejas enmascaradas |
Lentejas
sobradamente preparadas. Las legumbres recuerdan a esa generación de españoles
mejor formada de la historia pero que nadie quiere. Son como esos potajes tan
recomendados por pediatras y abuelas a los que da la espalda la sociedad
infantil. ¡Cuánto cocido de larga duración, lentejas sin prestación de atención
ninguna y alubias sin expectativas de digestión! En fin, que para lo de las
lentejas al menos comienzo a ver brotes verdes.
En la batalla por
que mi hija coma legumbre -en singular pues me ponía el listón muy bajito- me
topé con el plato que se ha convertido para mi en el 15M de las incomprendidas legumbres: lentejas a la
armenia. Su sabor tirando a dulce por el albaricoque y en una versión bien
triturada, pasada por el chino y con psudónimo consiguió pasar todos los
filtros y acabó optando a un puesto en el estómago filial que espero se
convierta en indefinido.
¡Qué recuerdos
infantiles despiertan las lentejas! La primera vez que contemplé cómo mi hija
se comía unas cuantas cucharadas recordé cómo sufría yo ante ellas y la
imaginación derrochada para hacerlas desaparecer. Como estamos en tiempo de
legumbres, y no solo por los fríos, merece la pena probar esta versión, adaptada
de una receta referida por el crítico gastronómico Ignacio Medina, pero sin el
limón y la menta original de la receta.
Lentejas a la armenia
Ingredientes (para 2/3 raciones)
150 g de lentejas
2 orejones de
albaricoque
1 tomate maduro
1 cebolleta
2 dientes de ajo
1 vaso de caldo
de ave
1/2 cucharadita
de tomillo
1/2 cucharadita
de cominos molidos
Pimienta negra,
sal, aceite de oliva
Preparación
1-Rehogar la
cebolleta y el ajo muy picaditos con tres cucharadas de aceite hasta que esté
bien transparente, durante unos 15 minutos. Añadir los orejones cortados en
trocitos muy pequeños y saltear otros cinco minutos.
2-Incorporar las
lentejas después de tenerlas en remojo una hora. Añadir el comino, el tomillo,
el caldo, la sal y la pimienta y añadir agua hasta cubrir dos dedos las
lentejas. Tapar y cocer durante media hora a fuego lento.
3-Añadir el
tomate pelado, sin pepitas y picado y cocer diez minutos más.
4-Una vez hechas
se puede triturar la mitad del contenido de la cazuela y reincorporarlo al
guiso para que quede más cremoso. Una porción de estas lentejas trituradas y pasadas
por el chino es la presentación ideal para que el niño comience a acostumbrarse
a comer legumbres.
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