ASÍ EMPEZÓ TODO, COCINANDO CON NIÑOS, ENSEÑAR A COMER, PRIMEROS, SEGUNDOS, DULCES

jueves, 25 de octubre de 2012

El arte del "lo que pida" y las rosquillas de anís


Esta sí que es una pirámide alimenticia / ANA SARA

Los grandes chefs echan la culpa a sus madres de haberse hecho cocineros. Aunque no pueda competir con "Arguiñanos", "Ferranes" y sus progenitoras, ni con la mía, intento que algo se me pegue, aparte de las lentejas que eso ya lo domino. Así que me presenté en casa de mamá para hacer la conversión digital de su receta de  rosquillas de anís. ¡Qué ingenua! Empezó a desparramar ingredientes al tun tun. Sin atender a mis ruegos y preguntas ¿cuántos huevos?, ¿cuánta azúcar? ¿cuánta harina? Su respuesta imperturbable: "Lo que pida". Para mi sigue siendo un misterio cómo de ese caos surgen exquisitas rosquillas.





Acudí a la madre de una amiga, metódica cocinera. "Por cada huevo tres cucharadas de azúcar, tres de aceite y tres de leche, batir durante el tiempo que se tarda en rezar un ave maría", aquello prometía. Pero al llegar al momento fatídico de la harina me tuve que conformar con el "lo que pida" -dicho con el mismo estupor de mi madre-.

Ya voy asimilando que no aprenderé a cocinar nada medianamente comestible hasta que yo también domine esa coletilla. Así que olividen básculas, tazas rasas y cucharadas colmadas y como en La Guerra de las Galaxias, encomiéndense ciegamente a la fuerza del  "lo que pida".

Y de eso va este blog, cual buitre leonado intentaré destripar las mejores recetas de madres y padres, abuelas y abuelos que con paciencia han conseguido alimentar a su progenie a menudo en contra de su voluntad, como es mi caso. Así que no es casualidad que comience con lo único que me gustaba de cuanto cocinaba mi madre cuando yo era pequeña.

Rosquillas de anís

Ingredientes

-3 huevos
-Un vasito de los de vino de aceite
-El mismo vaso con 3/4 de anís
-4 cucharadas de azúcar
-Harina (aprox. 1/2 Kg)
-Un sobre de levadura de repostería
-Aceite de girasol para freirlas

Preparación

1-Se baten los huevos con el azúcar y se va añadiendo el aceite y el anís. Se mezcla la harina con la levadura y se añade batiendo poco a poco. La masa debe quedar blanda y que casi no se pegue a los dedos.

2-Cuando ya pueda manejarse la masa se coloca sobre la encimera espolvoreada de harina y se trabaja unos minutos. Con las manos engrasadas con aceite se forman bolitas del tamaño de un pelota de ping pong más o menos. Se les hace un agujero en medio. Hay quien las deja reposar pero no es necesario, la levadura química no fermenta sino que crea huecos de aire en la masa por efecto del dióxido de carbono que se libera de forma inmediata al humedecerse.

3-Se fríen en aceite de girasol bien caliente y cuando están doradas se sacan y se pasan sobre un plato con azúcar.




8 comentarios:

  1. que bien esta el blog esas rosquillaa están muy ricas xxxxDDDD

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  2. Una aportación a la receta de las rosquillas: Es una maniobra que hacía nuestra madre al freirlas, y que creo que todas recordamos muy bien. Con una aguja de tejer, que tenía "ad hoc" para este menester, las hacía girar sobre sí mismas, en el acetie caliente mientras se freían en la sartén. Me imagino que lo hacía para que conservaran la forma de rosquilla y no se apelotonaran. Ángela

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    1. Las rosquillas giraban sobre sí mismas y sus churumbeles girábamos alrededor de mamá para cazarlas recién fritas

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  3. lo que no entiendo es por que os ponéis usuario anónimo.. haceros una cuenta de Gmail anda.. que me tenéis contenta jejeje ^^ pd. genial el blog carlota espero que lo utilices un montón y que se haga cada vez más grande.. podías hacer un espercial hallowen :D con recetas chulas

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    1. Buena sugerencia Ilsinha. ¡Horror Halloween es mañana!

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  4. Rosquillas deliciosas. Mi madre ya piensa en la siguiente, los "borrachuelos", dónde también las medidas son difusas y dominadas por el arte del ojímetro. Carmen

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